Si eres de las que está en búsqueda activa de trabajo, ya sea por estricta necesidad o porque necesitas un cambio, quédate conmigo que te voy a contar lo que quieren las empresas a la hora de buscar personas para que se unan a su equipo de trabajo.
Nos han enseñado que hay dos cosas que tienen mucho peso a la hora de presentarnos a un puesto de trabajo:
(1) Nuestra educación y
(2) nuestra experiencia
Lo ideal es contar con un buen equilibrio de ambas cosas, sin embargo, no siempre lo vemos, e incluso a veces se cuenta con mucho de una y nada o casi nada de la otra.
Te pregunto, ¿tu crees que siguen siendo éstos los dos únicos parámetros que “miden” las empresas a la hora de contratar personal? La respuesta es no, mis amores.
En pleno siglo XXI siguen siendo dos puntos muy válidos, sin embargo, han entrado en juego un par de conceptos adicionales que han cobrado mucho protagonismo.
La industria de recursos humanos y selección de personal las conoce como “habilidades blandas” (“soft skills”, en inglés) y “habilidades duras” (“hard skills”, en inglés).
¿De qué estamos hablando cuando hacemos referencia a unas y otras?
Te cuento…
Cuando halamos de las habilidades blandas (soft skills) nos referimos a las competencias que posee un individuo y que no necesariamente ha adquirido en sus etapas de educación.
Muchas de ellas vienen de la mano de nuestro carácter, de nuestro entorno familiar o del temperamento; suelen estar lideradas por la forma en que nos desempeñamos en términos de relaciones interpersonales o de rendimiento en el trabajo en equipo.
En este caso me refiero a, por ejemplo, nuestra habilidad para el manejo del tiempo, de nuestro espíritu de colaboración, de nuestra empatía, de si somos pro acción, de nuestras habilidades de persuasión o de nuestra capacidad de adaptarnos y trabajar bien aún fuera de, sí mis amores, de nuestra zona de confort.
Por otro lado, con las habilidades duras o sólidas, (hard skills) nos referimos a las habilidades asociadas con una técnica (generalmente vinculado a un rubro específico de trabajo) que se puede demostrar.
Por ejemplo, podría ser la habilidad para gestionar proyectos, fluidez en un segundo idioma, dominio de programas como Excel, gestión de algún lenguaje de programación, entre otras.
Se trata, mis amores, de una habilidad única inherente a una determinada categoría de profesión o industria.
Para dominar las habilidades “duras” se requiere la práctica constante y la simulación de situaciones que nos obliguen a tomar decisiones relativas a la misma, por supuesto.
Por eso, en mi opinión, una profesional que reúna un buen conjunto de estas habilidades tendrá, sin lugar a dudas, elevadas oportunidades de ser la elegida.
Toma en cuenta que, además de dominar destrezas blandas y duras, es importante que tu outfit y tus prendas de vestir vayan acorde al mensaje que deseas transmitir.
Podemos ayudarte, visita nuestra sección de outfits que te apoyarán durante esa entrevista de trabajo o reunión importante: https://bit.ly/BusinessCollection-Kalos
¿Crees que esta información puede ser de utilidad para una amiga o colega? Compártela. ;-)
Leave a comment